Madrid - Santiago, Spain
REVISTA LECTURAS

viernes, 23 de abril de 2010

ENTREVISTA a Víctor Hugo Díaz

Por Claudia Milet

Convocados por el poeta Víctor Hugo Díaz en torno al sugestivo nombre de Poesía, Cámara, Acción, la nueva generación de poetas chilenos dejó oír su voz en la Sociedad de Escritores de Chile.

Teniendo como escenario la sede de la SECH en Santiago -la Casa del Escritor-, Galo Ghiglioto, Ángela Barraza, Gonzalo Abrigo, Priscila Cajales, Víctor López, Alejandra Fritz, Oscar Saavedra, Marcela Saldaño, Antonio Silva, Juan Carlos Urtaza, Enrique Winter, Christian Aedo, Gladys González y Pablo Paredes, reunidos en Toma I y Toma II -dos veladas literarias-, dieron a conocer su creación poética.

Con un marcado discurso visual, el poeta Víctor Hugo Díaz es uno de los nombres relevantes dentro de la llamada Generación del 87. Actualmente, participa en diversos proyectos artísticos, entre los cuales es de destacar su papel como director de la unidad literaria de “Canita Cartonera”, libros escritos por prisioneros de las cárceles de Alto Hospicio, que además tienen el mérito de ser editados artesanalmente.

Díaz ha sido merecedor de diversos premios literarios, entre los que se cuentan el Premio Pablo Neruda, recibido el año 2004, y la Beca de Creación Literaria, otorgada por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura el año 2002.

Poesía, camaradería, ¡acción!

El año 2006, Víctor Hugo Díaz se encuentra a cargo de la organización y curatoría de “Poesía, Cámara, Acción”, siendo convocado nuevamente por la SECH este año para realizar la segunda versión del evento.

“Cuando surgió la idea de armar un proyecto con los jóvenes, con la poesía actual, el primer concepto que vino a mi mente fue filmarlo, porque además de escribir, soy director creativo, razón por la que tiendo a pensar en ambos soportes: visual y textual; es así como surge “Poesía, Cámara, Acción”, como una película de lo que estaba pasando con esta generación”.

Díaz señala que a su juicio, los poetas que participaron del encuentro ya están consolidados, “La propuesta que hice a la SECH tenía que ver justamente con este aspecto, hay libros de por medio, hay procesos afianzados, y un planteamiento socio cultural armado”.

Para el poeta, citando al escritor australiano John Maxwell Coetzee, “la poesía te llega y te habla a primera vista, es como una energía que emana y es retribuida, como el relámpago, como hacer amigos, como enamorarse, es “de una”, y es ese concepto el que rescaté en esta curatoría”.

Enfatizando que siempre existirán divisiones, “entre las tribus”, dadas por infinitud de factores, “sociales si se quiere, como cuando dicen: “ese es de providencia “pa´ rriba” ”, finalmente, recalca Víctor Hugo, carecen de importancia, “todos escriben poemas, y se encuentran en las imágenes, en un plano que no pertenece ni a ricos ni a pobres, es la poesía recuperada, aplicada a la vida”.

Acorde a lo expresado por Díaz, el valor del encuentro radica en que pese a la diversidad del discurso poético de los invitados, “en PCA logré reunirlos y unirlos”. El segundo capítulo del evento, destaca, además, mide su éxito en función de que los poetas convocados “son los mejores”.

Acta non verba

El poeta señala que el proceso de selección de los convocados, se definió bajo su particular criterio: los visuales versus los “tecleadores”.

“De ninguno de los poetas convocados a esta lectura se puede decir que carezca de discurso propio, diferencia de los que se radican en la escritura, no en la experiencia. A estos siempre les he dicho que teclean, o sea, que creen que la poesía se hace con las manos”.

Al mal poeta, subraya Víctor Hugo, “se le ve la tinta, al bueno no, porque su poesía fluye”. “Es como en las malas películas, cuando se tiene claro inmediatamente quién es el asesino. Aquí, a ningún poeta se le ve la tinta, en sus escritos yo veo vida, lo que se traspasa en sus imágenes literarias. En sus poesía hay crítica, hay estética, hay honestidad”.

“En “Poesía, Cámara, Acción”, lo que me interesaba era dar a conocer la poesía absolutamente concreta, no la anecdótica, ni siquiera la narrada. En este sentido, los signos deben sorprender, sí, pero también deben ser visibles: mirada, y no palabras”.

El hombre no se vence
En el tono humorístico que lo caracteriza, el poeta manifiesta su percepción de la creación artística, “Hay tipos que están condenados a 5 años y un día, a tres años y un día, en relación con mi poesía, yo estoy a la perpetua, igual que en la cárcel, es más, estuve 20 años en confinamiento solitario”.

“Me interesa la poesía que es clara, terrible, transparente y trágica”, agrega, destacando que en el género literario poético, lo que cuenta como elemento de contemporaneidad, “es la acidez y la volada urbana, la poesía va y viene, tiene que actualizarse, no acaba con la vejez, por eso, un ser humano no tiene fecha de vencimiento, un hombre, una mujer, no se vencen”.

Víctor Hugo indica que pese a que la actual generación de poetas está dividida entre la palabra y la mirada, en última instancia, “los poetas son sólo poetas, la poesía es, fue, y será poesía, porque el delirio y la transgresión son permanentes”

Para el poeta, “en los tiempos de revolución hay que cuestionar a la revolución, en tiempos de dictadura, hay que cuestionar a la dictadura. En ese sentido, añade, “la poesía, de alguna manera, diluye las dicotomías”.

Recalcando que la poesía joven no es necesariamente un fenómeno que tenga que ver con la edad del autor, Víctor Hugo expresa que a semejanza de la apatía, el concepto es transversal, “la poesía joven es un fenómeno actual, nunca antes en chile existió la poesía joven, aunque siempre ha habido poetas jóvenes...”

El arte no se vende

El discurso poético, indica Díaz, se construye siempre en torno a la realidad histórico-social, “En los tiempos de la dictadura el discurso se estructuraba en torno a los milicos, pero ahora hay otros tipos de dictadura, y otra vez quedamos en lo mismo, en la cultura del espectáculo, filmada por fuera, como si nadie supiera que se va a morir, de todos modos”.
“Antes no existía un discurso juvenil, ni rockero, ni esquinero, ni droguero; y resulta que, sin lugar a dudas, hoy expresa lo que está pasando”, resalta.

Para el poeta Víctor Hugo Díaz, por definición, “el arte no es masivo, es la soledad, somos pocos, y estamos solos, ¿por qué no se venden libros de poesía?, porque la poesía no se vende, porque la poesía es un pretexto para no aplaudir”.

sábado, 17 de abril de 2010

Crítica- Performance, a partir de Tania Bruguera. Bernardita Lira M


Aunque la performance puede parecer un apéndice del teatro por sus características de exposición escénica que funcionan frente a un público determinado, acto presente único e irrepetible, conteniendo discursos que abordan, por lo general, temas de problemática social directamente política (a veces de politiquerismo), existen argumentos como el de Diana Taylor que define: “Performance incluye pero no puede reducirse a los términos que usualmente se utilizan como sus sinónimos: teatralidad, espectáculo, acción, representación. Teatralidad y espectáculo, capturan lo construido, el sentido abarcativo, de performance. Las maneras en que la vida social y el comportamiento humano pueden ser vistos como performance aparece en esos términos, aunque con una particular valencia”.

El sentido de espectacularidad de la performance, es complejo en cuanto puede caer en lo resultativo antes que en lo reflexivo, pues la inmediatez y casi ilegalidad de este arte, muchas veces lleva los medios de exposición a limites como la obviedad y el patetismo.


Recuerdo en 2008 haber presenciado una performance de la Artista chilena Elizabeth Neira, realizado en una de esas tantas casas abandonadas en Santiago, que eran tomadas como centro de manifestación artística. En medio del patio una silla, el público desparramado alrededor. La performer atraviesa el patio, se sienta. Trae puesto un coqueto vestido blanco y un bolso de mano. Abre con toda elegancia y seducción las piernas, abre su bolso y saca una prestobarba. Se sube el vestido y se empieza a rasurar el pubis que no lleva calzón. Se rasura completamente, saca de su bolso una bandera chilena, la estira y luego la enrolla. Saca de su bolso un condón, con el que cubre la bandera, objeto final que luego introduce en su vagina. Cierra las piernas, se pone de pie y se va.


La teatralidad se presenta con una cronología aristotélica en las acciones escogidas, en la ejecución. El lenguaje corre el riesgo de caer, saboteado, por los medios expresivos escogidos, en reiteraciones y excesos. Un arte fácil de descifrar es un arte pobre de opinión. Y no es que se le reste importancia a la superficie del objeto artístico, sino que cuando esta superficie es espectacular y sensacionalista queda más bien supeditada al ámbito de la publicidad o del periodismo cultural.


Si bien la performance tiene sus orígenes en el Dada, pasando por el happening, el accionismo vienés y por qué no, los actos poéticos y el teatro pánico de Alejandro Jodorowsky, sin duda debe regenerar los medios expresivos aprendidos, pues muchas veces nos encontramos con actos que en los setenta u ochenta tendrían un significado majestuoso en cuanto a rupturas de estructuras expresivas, impacto social y protesta. Pero cuando ya hemos incorporado a nuestro lenguaje visual ciertas imágenes y discursos, la performance se torna efímera y hasta repugnante.

Tania Bruguera


Nada en el arte ni en la vida se puede generalizar.

Tania bruguera oscila entre lo experimental y lo conocido.
En su primera década como performer, cuando homenajea a Ana Mendieta, aparecen trabajos como los de la serie Siluetas, donde la artista funde su propio cuerpo con la tierra como materia prima, ahondando en la idea de universalidad donde la naturaleza, el humano en ella, son una sola cosa. A la par, hay trabajos como Rastros corporales, donde introduce las manos en un recipiente con pintura roja y sangre de animal para escribir en el muro. Se renueva luego con aquella obra periódico Memoria de la posguerra, donde ofrece un espacio a los artistas cubanos, en medio de una emigración masiva a causa de la falta de libertad expresiva por parte del gobierno, para que escriban, expongan sus trabajos y puntos de vista. Le suceden varias series similares, que van estrechando su discurso en cuanto se rebela contra el régimen castrista cada vez más opresivo y excluyente para los artistas locales que no ven con buenos ojos tanta prohibición y selectividad para exponer sus trabajos. En 2003 realiza Autobiografía: un escenario vacío, en penumbras, un micrófono en el centro y dos altavoces que proclaman fragmentos de discursos de Fidel Castro como una especie de mantra que se impone a los cubanos desde que nacen.

La temática de Bruguera es siempre la misma expresada con distintas muecas, lo que es valorable en cuanto al desarrollo y progreso de su obra.

Como todo performer, Tania cede a las polémicas.

Entre otras, Autosabotaje, realizado en el marco de la Bienal de Venecia en 2009, donde la artista pone en jaque su propia conferencia con una pistola que apunta a su cabeza y finalmente dispara al aire, o la repartición de cocaína en el Encuentro de Perfomance de la Universidad Nacional de Colombia el mismo año. En ambas ocasiones, pone en conflicto ético tanto su trabajo performático como la recepción del espectador, poniendo sobre la mesa cuestiones referentes a la institucionalidad del arte, la fragilidad de los espacios públicos, el cinismo social y el siempre presente conflicto con el estado.

Con respecto a lo polémico, Guillermo Machuca en remeciendo al papa (UARCIS, 2006), nos dice: “El artista performático (el de la postproducción), necesita del periodista cultural. De este último se podría decir que necesita del artista y su obra a condición que se asemeje lo más que se pueda a la espectacularidad noticiosa acaecida en el campo de la política, el deporte o los asuntos de la farándula. Tanto el artista performático como el periodista cultural necesitan de la simulación de aquello que se considera escandalosos, transgresor y polémico…”

Phrónesis (Sabiduría práctica)

Es sugestivo el viaje que propone aquí como intervención de espacios desde la clandestinidad absoluta, dejando al descubierto el hermetismo de lugares estandarizados para el arte, como son los museos, universidades y escuelas de arte donde se enumera una larga lista de prohibiciones o se establece un orden que parece conformarse con el estado de los sistemas imperantes, donde el arte es aparentemente inamovible. Espacios que son habitados por ella, a la vez que criticados. Expone aquí una tesis clara. La vemos transportarse de un sitio a otro, sin saber por qué o para qué, pudiendo inferir que las mismas instituciones que critica, la acogen y ella, de paso, como un grafitero deja su tac por donde pasa, dejando un registro que burla estas esferas de cristal intocables.

Expone al individuo poseedor de ideas y discursos, como un ser ambulante que no necesita de ninguna construcción más que su cuerpo, el nuestro, el propio, ahí es donde se tatúa “Revolución provisional”, es su ojo quien dicta “instrucciones para el que pasa” o su propia orina quien define en un acto territorial absoluto, bajarse el pantalón y mear a la intemperie en el Centre Pompidou.

Aquí la teatralidad performática se desdobla al mostrar el reverso de la obra. Es la representación de lo representado, resguardado de la misma manera en que se hace la crítica: dentro de una institución.


Es interesante esta contradicción, cuando instala el vértigo ante las variantes ciudadano – espectador y espacio público – institución, pues podemos replantearnos las preguntas sobre teatralidad y espectáculo con respecto al performance y su repercusión en la sociedad, vuelta que deja en claro, por sobretodo, que hablar de performance conlleva entrar en un campo minado por definiciones equivocas, gustos y disgustos, admiración, clichés y muchas dudas.

viernes, 16 de abril de 2010

No den de comer a las palomas, por Juan Ariztía


Primer deber al levantarse:
avergonzarse de uno mismo
(E. Cioran)

Nada de eso

No contesto el teléfono
el suelo vibra en la negación
los minutos no me pertenecen

*

llevamos una semana haciéndolo
las puertas abiertas
un bulto en su silla de ruedas nos observa
de reojo lo único que queda
es seguir
hasta las cuerdas

*

Scania

cuarenta días bajo el sol
no es broma Luis Fernando
se pasan corriendo
los pies al hombro
el agua en la nube
no hay tronco para el tallado fúnebre
mejor el frío
el delirio místico
morirse con el yo inflado
por uno
las culebras
el banquete totémico es sólo odio
oh dios
un camión

*

las palomas cantan arrojándose
al maltrato
sonido informe
su canto las ensucia de blanco

*

el problema es la interpretación
cuando las cosas no marchan
las señales se leen al revés:
el piano no lee el pensamiento
interpreta a martillazos
las señales equivocas ilegibles

*

No des de comer a las palomas

en un recipiente dos tazas de leche
tres marraquetas una paloma
observa de reojo infla el pecho
tornasolado caja de resonancia
del canto los microbios

*

Las chicas de Santiago
tararean canciones
que el desierto reclama
estallan en llanto
y se mojan
las protagonistas
de las películas que nadie
/vió

*

El gusano da alimento
es causa
la plaga rumia el canto inmundo:
estas migas fueron
la vida del hablante




Juan Ariztía es poeta, psicólogo clínico y músico
tecladista de la banda de rock & roll Puta Marlon
(www.myspace.com/laputamarlon)

jueves, 8 de abril de 2010

El muerto, por Aníbal Escobar Olmedo


Nemesio Valdés tiene cuarenta y un años de edad, mide casi dos metros de estatura y apenas calza del número cuarenta y uno, lo que hace que su equilibrio algunas veces se vaya al carajo. Nemesio tiene el pelo crespo y corto, la cara llena de barba, también corta, y su contextura es delgada y ágil. El señor Valdés, o don Nemesio como lo llama la asesora de hogar que trabaja para él, es profesor de lenguaje en el colegio Cóndores del Sol ubicado en calle Lastrada 128 comuna de San Bernardo y profesor jefe del primero medio C. En el colegio en el que ejerce su profesión el profesor Nemesio es muy respetado: primero por su antigüedad ya que desde que egresó de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación teniendo veintitrés años de edad empezó de inmediato a trabajar en el colegio Cóndores del Sol. Segundo porque la mayoría de las contrataciones del colegio no alcanza los treinta años de edad y los cuarenta y un años de Nemesio imponen respeto entre sus colegas. En el primero medio C hay un alumno llamado Christian Vezmalinovic quien disfruta mucho la literatura; a Nemesio, que es soltero, le intriga mucho que a este muchacho le guste leer cuando leer es lo más pasado de moda que hay; Nemesio piensa que hubiese sido agradable tener un hijo como Christian. Algunas veces cuando al profesor Nemesio Valdés le toca impartir su clase en la jornada vespertina, éste se distrae pensando qué hubiese pasado si nunca hubiese ido a la universidad, o si hubiese estudiado otra cosa, algo que en realidad le gustara. Las clases vespertinas que imparte el profesor Nemesio son tristes, muy tristes. Después de que acaban las clases nocturnas el señor Valdés suele ir a un bar llamado Los Muertos, en donde se les vende licor a todos sin importar la minoría de edad. El profesor sabe que el bar será clausurado en cualquier momento, que uno de estos días tendrá que buscar otro lugar donde beber. A Nemesio Valdés le gusta el bar Los Muertos porque le gusta ver a los adolescentes borrachos, porque le gusta escribir sobre ellos mientras bebe un borgoña o un ron-cola con limón y porque le gusta la garzona tatuada que cuando le sirve un trago le pone los pechos en la cara. El profesor Nemesio en el fondo sabe que le gustan mucho más los muchachos borrachos que los pechos de la garzona. Nemesio llaga a su casa y se acuesta triste, siente que sólo ha dejado pasar su vida y entonces lee algún cuento triste o escucha música triste. A pesar de la pena acumulada al profesor Nemesio Valdés le cuesta una enormidad evocar el llanto.

miércoles, 7 de abril de 2010

LECTURA EN CASA DE AMÉRICA: POETAS CHILENOS EN MADRID

MARTES 13 DE ABRIL, 19.30 HORAS. LEEN MARCELA PARRA, JUAN SOROS Y GABRIEL ZANETTI. PRESENTA CARLOS FRANZ. LA CITA ES EN CASA DE AMÉRICA (PLAZA DE CIBELES #2) ENTRADA LIBERADA.



martes, 6 de abril de 2010

LANZAMIENTO: EL CAZADOR DE INSTANTES DE JOSÉ MARÍA MEMET



Martes 20 de abril, 19:30 hrs.
Centro Cultural de España.
Providencia 927 (Metro Salvador)
Santiago

Presentan: Marco Enríquez-Ominami y Elicura Chihuailaf.
Tocan: Chinoy, Carmen Prieto y Mario Rojas.

lunes, 5 de abril de 2010

La guerra latente, a partir de la expo de Shirin Neshat, en Galería La Fábrica

La exposición de Shirin Neshat en la Fabrica Galería, llamada En torno a la identidad y a la representación, alude a temas de carácter histórico imperceptibles o más bien camuflados. Pues sí, su trabajo es hipnótico y sugestivo, pues camufla al sujeto con el objeto, plasmando la cultura en el cuerpo como lenguaje semiótico.


Presenta ahí dos culturas, que con sutileza y pulcritud se enfrentan de manera positiva, generando una dialéctica donde la tesis final se arraiga en un universo sensible y supra cultural, aunque utilice como lenguaje los mecanismos de la cultura misma como palabra visual.

La historia cultural de Laos y de Irán, se asemejan en su construcción bélica, como la mayor parte de Asia, Oriente medio y Europa, dato que aunque podría parecer azaroso, pues la guerra es una cualidad humana que se repite en la historia, tiene aquí, ciertas particularidades.

Laos.


República Democrática Popular Lao, ubicada en el sudeste asiático, es ocupada en distintos momentos de su historia por japoneses, franceses, norteamericanos, vietnamitas.

Es un país sin salida al mar, un Estado sin litoral, que como muchos países no ha corrido la suerte del actual Congo, que obtuvo una pequeña salida al mar en 1885, tras dividir el territorio de Angola para tal efecto.


La ausencia de territorio marino puede generar importantes ruinas económicas, lo que puede percibirse en países como Etiopía, Servia, Hungría, Bolivia. Este último por ejemplo, además de poseer una profunda pobreza, aún exige su pedazo de mar perdido, ganado, como trofeo de guerra por Chile, generando arduos conflictos entre ambos estados.


Laos, como Estado sin litoral, tiene características de dependencias con los países vecinos (Limita con Myanmar al noroeste; con China al norte; con Vietnam al este; con Camboya al sur y con Tailandia al oeste) y una alta desventaja económica al no tener acceso a la producción marítima, a los costos y ganancias relacionados con estas vías, además de no poseer las posiciones estratégicas en alta mar para la guerra, siempre latente en nuestra era.

Irán.


República Islámica de Irán. Ubicado en el sur oeste de Asia u Oriente medio, su nacimiento data desde la Edad de piedra. Invadida desde la antigüedad por los musulmanes árabes, turcos, mongoles, rusos, británicos, iraquíes y más recientemente por los estadounidenses, bajo el mando de George Bush.


Sometidos al Islam, religión oficial, son poseedores de una historia devastadora en contenido y acontecimientos bélicos


Games of Desire – Faezeh

Neshat plantea un paralelo entre ambas culturas, Laos e Irán, desde personajes reconocibles, pues reflejan en el cuerpo rasgos definitivos para su interpretación.

En su video Faezeh, nos propone una especie de destino funesto e irrevocable, tradicional, donde una madre guía a su hija por un largo sendero silencioso hacia su “destino de mujer”, exento de explicaciones para una, la hija, quien debe acatar lo que se ha escrito para ella en el guión, aunque intente patalear y haga preguntas que no reciben respuestas, pues componen la lógica de una herencia perpetua, mientras la madre, se encuentra en el lugar del resultado de esa misma historia, el lugar de quien ha aceptado y colabora a ojos cerrados para que la cadena no se corte y la historia se siga contando igual.


El universo de las mujeres en la sociedad islámica, presentado en su contexto social, político y psicológico. Aquí la representación hace referencia a una cultura donde se doblan a la fuerza los intereses de sus protagonistas, pues si revisamos la historia de Irán, podemos ver que antes del yugo islámico, la mujer según corresponde al desarrollo de su papel en la historia del mundo, tenía todos los derechos civiles y sociales construidos a la par con la cultura de occidente, “gracias” a las intervenciones ejercidas por Rusia y el Imperio Británico que mientras luchaban entre sí por ser la potencia hegemónica, modernizaban el país a principios del siglo XX. Luego en la revolución iraní de 1979, cuando se asienta con mayor fuerza el islam y la subyugación iraquí, las mujeres pierden aún más derechos inclinándose la cultura hacia un conservadurismo religioso que les ordena e instaura como obligatoria la vestidura de la Hiyab.


Esto nos lleva a ese lugar oculto o prohibido que establece la imagen de la mujer islámica, lugar donde aparece el deseo en una manifestación tanto erótica como del conocimiento, rememorando con esto el tabú en torno a aquel velo negro que cubre la figura de Isis, quien nos dice: Soy todo lo que fue, todo lo que es y todo lo que será, mi velo jamás fue corrido por ningún mortal”.

Ahí debajo, se esconden todos los misterios y conocimientos del pasado y su develar representa para el hombre la revelación de la luz, recibir el don de la inmortalidad.


Por otra parte, Games of Desire, hace un contrapeso interesante al exponer la imagen de una sociedad anciana con aspecto sereno, ojos brillantes de una edad resuelta y a pies descalzos. Aquí la representación es mucho más explicita en cuanto a figura y fondo, pues nos presenta esta imagen extremadamente viva, como relieve de figuras de antiguos guerreros, guardianes del tesoro oculto de Laos, que no es nada más y nada menos que su propia gente. Y es ahí donde se genera el deseo. Aquí el velo parece estar descorrido, la inmortalidad ya no es un recurso inalcanzable, se asume una condición de entrega, pues el destino ya aconteció y el futuro se resuelve en un baile erótico, hombre - mujer.


En Laos el deseo, el erotismo el cortejo, es una tradición rescatada por ancianos, practicada en el fervor de la voluntad.


En Irán, el deseo y el erotismo, está lleno de tabúes y de imposiciones.

Así, Shirin Neshat manifiesta sus propios deseos al entreverar ambas culturas, interviniendo las fotografías de la tradición Lao con palabras escritas en Farsi, casi como imponiendo su participación en aquella fiesta celebratoria, donde se elige participar o no.


Y para dejarnos más en claro su lamento, su velo de Isis intocable y el desespero ante una identidad impuesta de la que intenta revelarse, se presenta ella misma, así como está presente en todos sus trabajos, rasgo característico en su obra, como mujer liberada del velo ocultista Hiyab, pero poseedora de una carga histórica que aplasta sobre la piel del cuerpo entero las palabras Farsi, que a la vez la rodean y le recuerdan constantemente cual es su lugar.

De esta manera nos lleva a los lugares que se propone, pues si primero nos hacemos la idea de esta cultura Lao con sus cargas emotivas personales, con una especie de bienestar ganado por los años en una edad en que parece que se mira a la vida hacia atrás con simpatía, a la vez que carga en su discurso como una luz parpadeante la imagen de un Irán desgastado, que vemos mas allá representado por Shirin, del brazo de un hombre, ambos con muecas incomodas, ofuscadas, apenadas y con una carga emotiva que parece un castigo. Finalmente, Faezehcierra la tesis, o tal vez la abre, en cuanto nos sumerge en el trauma cultural, que nos recuerda, aunque lo veamos con distancia, que somos parte de esta reflexión que tiene sus orígenes en la cultura bélica del hombre.


Bernardita Lira Manriquez.

Marzo de 2010, Madrid.


El siguiente texto es de Roberto Bolaño...

(Petrus Borel)

El siguiente texto es de Roberto Bolaño, escritor chileno nacido en 1953 pero que reside en españa desde 1977. Son 12 reglas que según su caprichoso modo de ver las cosas deberías tratar de cumplir si deseas mejorar en el llamado arte de escribir cuentos. Muy interesante.

Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos.

1) Nunca abordes los cuentos de uno en uno, honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.

2) Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si te ves con energía suficiente, escríbelos de nueve en nueve o de quince en quince.

3) Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, pero lleva en su interior el mismo juego sucio y pegajoso de los espejos amantes.

4) Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo, a Monterroso, a García Márquez. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.

5) Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.

6) Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.

7) Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho, es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡Deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!

8) Bueno: lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges.

9) La verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.

10) Piensen en el punto número nueve. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.

11) Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, del Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas.

12) Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.

Para hablar de Brook, por Claudia Eid*


Con la sensación de que para hablar del trabajo de Peter Brook primero hay que lavarse la boca con un cepillo de hierro, y más todavía, con la sensación de pretensión, me voy a permitir, de todas maneras, hablar del trabajo de uno de los directores más representativos del teatro mundial, que por azares del destino o gracias a que Bolivia y su gobierno actualmente están “de moda”, llegó al Festival Internacional de Teatro de La Paz (Fitaz), que se celebró del 17 al 28 de marzo, en dicha capital.

La obra que presentó la compañía de Brook fue “Warum Warum” (Por qué, por qué), una obra para una actriz y un músico, con textos de Antonin Artaud, Edward Gordon Craig, Charles Dullin, Wsewolod Emiljewitsch Meyerhold, Zeami Motokiyo y William Shakespeare.

La actriz alemana Miriam Golschmit, es la intérprete de tan maravillosa pieza teatral, junto al músico Francesco Agnello.

Ante la gran expectativa que despierta en Bolivia y seguramente en todas partes, el poder ver el trabajo de un grande como Brook, el Teatro Municipal de La Paz, se llenó, con público que llegó hasta de otras ciudades del país.

Y las expectativas quedaron colmadas, no con una puesta espectacular y rimbombante, sino con la sencillez, humildad y auténtica lección de teatro, que se dio a través de una pieza que se realiza en un espacio prácticamente vacío, en el que apenas aparecen una silla con ruedas y un marco de puerta, que ayudan a dibujar un universo rico en imágenes y sensaciones.

La interpretación fue impecable, tanto de la actriz como del músico, quien sostenía un instrumento estilo platillo volador, que sonaba de forma armoniosa y sorprendente.

Después de ver esta obra, se entiende por qué Brook es un maestro. Se entiende que para hacer teatro, en Bolivia, París o en la China, lo único que se necesita es honestidad, no interesa si se utilizan grandes escenografías, proyecciones o aparatosas puestas en escena, interesa que se trabaje desde un lugar propio, que se vuelve común y universal, se vuelve humano.

En el trabajo de Brook impresiona la libertad, impresiona lo bien hecho que está y con tan poco.

*Directora y dramaturga del grupo boliviano El Masticadero