Madrid - Santiago, Spain
REVISTA LECTURAS

domingo, 28 de febrero de 2010

Terremoto y Tsunami en Chile: Mitología Mapuche y Chilota para comprender el desastre




Trentren Vilu y Caicai Vilu

Trentren-Vilu (Tenten-Vilu en Chiloé) y Caicai-Vilu o simplemente Trentren o Tenten y Caicai, (del mapudungun Trengtrengfilu y Kaykayfilu), son seres mitológicos de la mitología mapuche y en las últimas décadas del siglo XX fueron reintroducidos en la mitología chilota. Ambos son seres poderosos con forma de serpiente (en mapudungun, filu); Caicai-Vilu es la "serpiente marina" que domina el poder del mar y todo lo relacionado a él y Trentren-Vilu es la "serpiente terrestre" que domina la tierra, el fuego, y sus volcanes.

La apariencia de Caicai sería de un ser mitad culebra y mitad pez; y la apariencia de Tenten, el de una culebra gigante.
La tradición dice que en la antigüedad el territorio continental de Chile habría sido solo una única franja de tierra plana unida completamente al continente americano; pero producto de una lucha legendaria que tuvieron estos seres, se creó la actual geografía de Chile, con innumerable cantidad de archipiélagos e islas al sur de este país, entre ellos el archipiélago de Chiloé; y también serían los responsables de muchas de las montañas, cerros y volcanes a lo largo de Chile.
Según los mapuches, estas dos serpientes serían originalmente los hijos de los pillanes más poderosos, que como castigo habrían sido convertidos en estos seres. Así que el hijo de Peripillán fue convertido en una inmensa culebra que sería Caicai y el hijo de Antu convertido en una inmensa culebra que sería Trentren. Ambas culebras serían adversarias, así como fueron adversarios Antu y Peripillán. Caicai habría sido mandada a vivir en el mar para cuidarlo, y Trentren habría sido mandada a vivir en la tierra para ayudar al ser humano; Siendo así como estas dos culebras son usadas como un instrumento a través del cual también se cumple la voluntad de los espíritus antiguos.

Se dice que cuando Caicai despertó de su sueño, a causa del desagradecimento que tuvieron los hombres por todo lo dado por el mar; Caicai se enfureció y usó su cola en forma de pescado para golpear el agua. Con ello inició un gran cataclismo que empezó a inundar y crear un diluvio todo el territorio; ya que tenía el deseo de castigar al ser humano y de incorporar toda la vida terrestre a sus dominios. Caicai ordenó a las aguas que inundaran los valles y cerros, y que llevasen a todos los habitantes al fondo del mar.

Al ver Trentren, que los habitantes y animales estaban desesperados y que los hombres la invocaron, y como por órdenes de su padre, ella era quien debía proveerles de sabiduría y protección; decidió ayudar a los seres humanos. Así ayudó a escapar a los habitantes y a los animales subiéndolos en su lomo y llevándolos a los cerros; y a los que quedaban atrapados por las aguas, los transformó en aves para que escaparan volando; a los que se ahogaban en peces y mamíferos marinos (siendo uno de ellos el origen del cahuelche), y a los ahogados en sumpall. Los seres humanos que quedaron inmóviles por el terror que sentían, se habrían transformado en mankial. Pero como el mar seguía subiendo de nivel, Trentren tuvo que ordenarles a los cerros que aumentaran de altura para contrarrestrar el poder de Caicai. Enojada, Caicai empezó a luchar contra Trentren en una titánica batalla que duró mucho tiempo, hasta que ambas serpientes se cansaron, con lo cual Trentren venció parcialmente al no haberse inundado toda la tierra, sin embargo, las aguas no volvieron totalmente a su nivel antiguo; con lo que Chile obtuvo su actual geografía.

Según la tradición chilota, Caicai se conformó con la porción de tierra obtenida que logró inundar, y delegó sus funciones referente al mar, al gran Millalobo.

Según la tradición mapuche, luego del cataclismo, todos siguieron su vida tranquila; hasta que un día fue Trentren quien se encolerizó por la actitud que tenían los hombres, e hizo que todos los volcanes entraran en erupción y la población tuvo que mudarse a otros lugares más seguros. Desde ese momento, Trentren continúa manifestándose mediante los temblores,terremotos y erupciones volcánicas, mientras que Caicai causa los maremotos cuando se revuelve en medio de su sueño.

(fuente http://es.wikipedia.org/wiki/Trentren_Vilu_y_Caicai_Vilu)

Especial Desastre: Teillier y Violeta

MUERTE Y RESURRECCIÓN

I


Antes que de nuevo floreciera
la sangre en la piedra de sacrificio
había un puerto de días tranquilos
como ruidos de remos en el agua.
Allí había tiempo de sobra
para escuchar horas y horas el griterío de las gaviotas,
o buscar una vertiente para beber tras las cacerías de otoño,
o dormir largas tardes escuchando entre sueños
a los pinos de cara arrugada
que enseñaban a hablar a los primeros brotes de la primavera.
Hasta que de pronto todo volvió a ser como en el principio:
sólo el frío y el chillido de un pájaro,
sólo el ruido de las olas
rompiendo un esqueleto lanzado al roquerío.


Antes de que otra vez las hechiceras de la tribu
sintieran que la tierra
pedía la sangre de un inocente para calmar al océano,
en los grandes días de 1900
cuando los vapores llegaban cargados de trigo por el río:
había un pueblo rodeado de bosques en incendio,
y de sementeras que conocían sólo pasos de pies desnudos.
Pueblo de curas y de cantinas,
de pescadores con hijos hambrientos,
de muchachas rubias
rodeadas de espinos blancos a la salida de la novena
y de prostitutas sarnosas en torno a braseros.
Pueblo en donde nadie tenía sueños
y se enterraba a los muertos en un cerro lejano
pero se los sentía respirar en el polvo y el barro,
hasta que todo volvió a su comienzo:
sólo el frío y el chillido de un pájaro,
sólo las olas rompiendo un esqueleto lanzado al roquerío.


II


La tierra devuelve a las aguas
lo que les pertenece desde antes del principio de los tiempos,
y en el pueblo no queda nadie para colocar una luz en la ventana
que guíe la llegada del alba
después que el mar se retira, cumplida su faena,
dejando a la oscuridad y la muerte
dueñas de todas las calles:
la calle del molino, la calle del aserradero,
la calle del muelle, la calle de 1as carretas.
En los cerros y bosques
yerran los hombres encendiendo fogatas como los antepasados
y llamándose con nombres confusos
que nunca conocieron antes.
La hojarasca de las madres se arrastra llorosa
y los hijos sólo hallan refugio en brazos de extraños.


La locura y el miedo
tañen sus campanas entre la oscuridad y las ruinas
y les contestan los perros
que buscan inútilmente a sus amos en los matorrales y pantanos
mientras en el roquerío las olas quiebran el esqueleto
del niño que les fuera entregado.


III


Una lluviosa primavera resucita como de costumbre
hablando con las mismas hojas
que rodearon el sueño de la Bella Durmiente
y restaña las heridas de la costa,
mientras el sol despreocupado pasea en mangas de camisa
y al pie del roquerío
las algas envuelven con dulzura
el esqueleto del inocente.


En el cementerio del cerro
la primavera se detiene para que florezcan amapolas
en los párpados de los muertos.
Los martillazos y los chillidos de las tablas
anuncian que el pueblo resucita
como el vaso quebrado en el cual pondremos las mismas luciérnagas
que los abuelos persiguieron en una primavera de 1900.


El pueblo nace de nuevo
de manos de los rústicos que fueron amenazados de fusilamiento
si reclamaban el pan que les pertenecía;
nace de nuevo de manos de aquellos
a quienes los poderosos condenan a pudrirse
como los jergones de paja en las cárceles.
Y la primavera que recorre las playas abandonadas
hace callar al oleaje
y escucha los lejanos cánticos de resurrección.


Puerto Saavedra, 1960


Violeta Parra - Puerto Montt está temblando -


En mayo de 1960 la gran folklorista Violeta Parra se encuentra en gira por el sur de nuestro país. Descansando en el segundo piso del Hotel Miramar de Puerto Montt, ubicado en el sitio en donde actualmente se levanta la Casa del Arte "Diego Rivera", la sorprende el terremoto.
Inspirada en esta terrible experiencia, compone la canción "Puerto Montt está temblando", en donde narra lo sufrido aquella tarde del domingo 22 de mayo y la inevitable conversación con Dios que le provoca el movimiento telúrico, logrando una vez más en sus versos plasmar su percepción de los acontecimientos y al mismo tiempo reflejar en ellos la fragilidad humana. Graba esta canción para el volumen VIII del Folklore de Chile, titulado "Toda Violeta Parra".
(Juan Carlos Velásquez, Diario el Llanquihue)

Puerto Montt está temblando
con un encono profundo
es un acabo de mundo
lo que yo estoy presenciando
a Dios le voy preguntando
con voz que es como un bramido
por qué mandó este castigo
responde con elocuencia
se me acabó la paciencia
y hay que limpiar este trigo.


Se me borró el pensamiento
mis ojos no son los míos
puedo perder el sentido
de un momento a otro momento
mi confusión va en aumento
soy una pobre alma en pena
ni la más dura cadena
me hubiera afligido tanto
ni el mayor de los espantos
congela así las venas.


Estaba en el dormitorio
de un alto segundo piso
cuando principia el granizo
de aquel feroz purgatorio
espejos y lavatorios
descienden por las paredes.
Señor, acaso no puedes
calmarte por un segundo
y me responde iracundo:
pa'l tiburón son las redes.


No hay palabras en el mundo
para explicar la verdad
ni talento en realidad
pa penetrar en profundo
qué viento más iracundo
qué lluvia tan alarmante
qué pena tan abundante
quién me da la explicación
sólo el sabio Salomón
pero se halla tan distante.


Del centro salté a la puerta
con gran espanto en el alma
rogando por una calma
pero el temblor va en aumenta.
Todo a mis ojos revienta
se me nubla la cabeza
del ver brincar en la pieza
la estampa de San Antonio
diciendo: muera el demonio
que se anda haciendo el que reza.


La mar está enfurecida
la tierra está temblorosa
qué vida tan rencorosa
lo trajo la atardecida
con una angustia crecida
le estoy pidiendo al señor
que detenga su rencor
tan sólo por un minuto
es un peligro este luto
pal alma y el corazón.


Así fue señores míos
la triste conversación
que en medio de aquel temblor
sostuve con el divino
cuando pasó el torbellino
de la advertencia final
bajito empezó a llorar
mi cuerpo resucitado
diciendo Dios'tá indignado
con la culpa terrenal.


Me aferro con las dos manos
en una fuerte manilla
flotando cual campanilla
o péndulo disparado
qué es esto mi Dios amado
dije apretando los dientes
pero él me responde hiriente
pa'hacer mayor el castigo
para el mortal enemigo
del pobre y del inocente.


(1960-1963)
Violeta Parra

*Esta canción la pueden encontrar el disco La Jardinera y su canto. Afírmese y Navegue: http://discosvioleta.blogspot.com/

martes, 16 de febrero de 2010

Revistas: SE 85 39, Revista de Poesía, 3er levantamiento


Sobre Gonzalo Santelices por Gonzalo Millán

Gonzalo Santelices nació en 1961 en Santiago de Chile y falleció en Madrid en 1997 debido a un accidente automovilístico. En 1976 había acompañada a sus padres al exilio cuando tenía quince años. Termino de criarse en España y pasó allí más de la mitad de su corta vida adulta (Murió a los 36 años).

A partir de 1983 Santelices ganó siete importantes premios de poesía otorgados por instituciones españolas, entre ellos el Ciudad de Barcelona con la obra Descenso a un aguarfuerte atribuido a Piranesi (1987); el Internacional de Jaén con Una fiesta para la muerte (1985) ; y el Alcalá la Real con Retorno a Farewell (1989), su último galardón fue el Premio Ciudad de Leganés al que presento el volumen Vida de un vendedor de fotocopiadoras (1996). En forma póstuma se publico en 1999 el poemario A una actriz porno. En el prólogo, el poeta Luis Alberto de Cuenca enumera algunos rasgos estilísticos presentes en todos sus libros; “rigor estructural y exquisita delicadeza, ingenio, inteligencia, ironía, culturalismo, técnica epigramática, sencillez, claridad, intención, narrativa...”

Si recorremos su obra compuesta por ocho libros veremos que a pesar de la continuidad y persistencia de sus procedimientos poéticos, en los dos últimos volúmenes se empieza a advertir un giro temático; el predominio de un esteticismo artificioso e inverosímil cede el paso a cierto realismo cotidiano y autobiográfico. Santelices ha leído y asimilado sin lugar a dudas los principales nombres de la poesía chilena e hispanoamericana, sin embargo aparece como un “raro” si lo ponemos en la tradición nacional y continental. En la poesía española se lo reconoce fácilmente influenciado por la poética novísima, con una estética de orientación neosimbolista y abundantes referencias culturales. Lo distingue de los epígonos de esta corriente, la madurez excepcional de sus versos para un muchacho de su edad, teñidos de una melancolía y un escepticismo dignos del haiku japonés o el epigrama latino.

Conocí a Gonzalo Santelices en Madrid el verano de 1988. Había leído sus poemas en la revista La Bicicleta, en Araucaria, y otras revistas chilenas del exilio. Lo llame por teléfono y concertamos una cita en la famosa Cervecería del Correo, lugar donde se reunía antes de la guerra civil los poetas de la generación del ´27 y Neruda entre otros.

Me encontré con un joven de 27 años, de estatura mediana y anteojos, que todavía vivía con sus padres y no había perdido su acento chileno. Tenía entonces cinco libros publicados y premiados todos en concursos peninsulares. Por aquel entonces yo residía en Rótterdam, Países Bajos, y hablamos primero de poesía holandesa, chilena y española, en ese orden. Después hablamos de su vida, de cierta naturaleza que implica ser un joven exiliado chileno inserto en la escena poética española. Me contó riendo que para recibir el premio Ciudad de Barcelona lo había acompañado como padrino Francisco Coloane quien había causado sensación durante la cena de gala al extraer de su boca su dentadura postiza y dialogar con ella como si fuera un ventrílocuo.

Había visitado chile un par de veces y escrito algunos poemas que se referían a su patria como cualquier otro de los lugares exóticos y legendarios que abundan en sus poemas. Después de aquel único encuentro no nos volvimos a ver, no nos escribimos. Cuando apareció el ultimo de sus libros publicado en vida supe que se había casado y que tenia un hijo. Se ganaba la vida arduamente vendiendo maquinas fotocopiadoras.

La poesía notable de Gonzalo Santelices también nos pertenece. Urge repatriarla publicando aquí una antología o la recolección de su obra completa.

Gonzalo Millán


De: DESCENSO A UN AGUAFUERTE ATRIBUIDO A PIRANESI.

RETRATO DEL OFICIANTE

Te sientes solo,

sientes en las sienes el peso de la noche

y la ciudad, allá abajo, persiste.

El alcohol, los pitillos apagados con impaciencia,

La escritura –de la que eres vacilante huésped-,

Qué más queda...

El neón: una mancha intermitente en tu pijama.


**


TRES DE AGOSTO

Ha de quedar esta tarde

entre todas las tardes:

por su luz,

por el perfecto estampado

de los pájaros en el aire...

Pero ha de quedar sobre todo

Porque quien esto escribe

ha sido feliz.


De: A UNA ACTRIZ PORNO.

MEMORIA DEL TUNEL

Saliendo de Argel por la carretera

que lleva a Constantina,

en el kilómetro 27,400,

cerca de un polígono industrial,

a escasos metros del mar

-son visibles las luces de gálibo

de los barcos-,

se levanta el falso pozo

de Hazán Bajá.

Ya en la entrada

el guía nos franquea la pesada puerta

de doble hoja suspendida

sobre ocho goznes turcos.

La primera estancia

es un vestíbulo helicoidal

en carpintería de castaño,

cenefas doradas,

y tres órdenes de baldosas

disputándose el suelo.

Se abre en su parte central

una escalera que conduce

a lo más hondo de la cisterna.

La pared donde se sustentan los peldaños,

recrea a modo de colmena

decenas de ergástulas,

en cada una de las cuales

luce una luminaria.

Todas poseen un guarismo

que las identifica

y diferencia de las demás.

Llegados al final de la escalera

se abre un amplio corredor

a mano derecha,

por el que avanzamos hasta encontrar

una chimenea.

El guía nos señala la base,

junto a un aliviadero

hecho al ladrillo,

los restos de lo que fueron

unos grilletes,

y oculto entre los pliegues del mortero,

apenas vivo bajo los devaneos

del tacto,

leemos no sin dificultad y asombro:

Cervantes-1579.


**


TENTATIVA DE VIAJE EN UN CUADRO DE EDWARD HOPPER

Estaba tan cerca de sí mismo,

tan convencido de que no podía seguir,

que se quedó en el camino

a oír llover,

a oír cómo los demás pasaban a su lado

sin decir nada.

Sacó un billete de tren

hacia una ciudad cualquiera.

No hizo reserva de hotel.

Las camisas que había arramplado

en su huida

estaban arrugadas como el papel

de fumar en lo hondo de la chaqueta,

y listas para tender una emboscada

al corazón.

Empujado por el insomnio

que le provocaba el neón

del edificio de enfrente,

salió a la terraza.

A sus pies desfilaban los taxis,

las gentes saliendo del cine,

alguna sirena atravesando la noche.

Sentado sobre la cama vio la soledad

en el pomo de la puerta

y al día subir por el filo

de la ventana:

sintió angustia.

Nada sabía de él.

Cómo pasarse a sus filas

si desconocía su propuesta.

domingo, 14 de febrero de 2010

ENTREVISTA: Pedro Núñez, "Aunque transformado aparezco de nuevo igual", Por Bernardita Lira M.




“EADEM MUTATO RESURGO”

(Aunque transformado aparezco de nuevo igual)


Pedro Núñez (Chile, 1958), vive hace 23 años en Madrid, es autodidacta y se mantiene al margen del mercado del arte. Da clases de origami en algunas Universidades de Barcelona y en el Elisava Italia. Hace algunos años fundó en Madrid junto a Rodolfo Franco, Andrés Fisher y José Benito del Pliego el colectivo Delta nueve, revista de plástica y poesía. Ha participado en todos los encuentros de performance organizados anualmente por el Centro de Arte Moderno en Madrid, con acciones de arte en manipulación de papel. Entre el 10 de diciembre de 2009 y el 30 de enero de 2010, expone por primera vez en Madrid sus dibujos en grafito y plegaduras de papel, en la Galería Columpio.



De dónde surge este “Eadem mutato resurgo”

Un matemático define una espiral con este nombre “aunque transformado aparezco de nuevo igual”. Eso es la espiral, vuelve siempre sobre sí misma, pero nunca sobre la misma línea, un centímetro al lado, otro, es una relectura constante de la misma realidad. Una espiral logarítmica responde a un número que es siempre variable pero que tiene un patrón y un orden, que se va haciendo cada vez más amplia y que corresponde a lo que se conoce como el número de oro, la divina proporción, infinito, un número irracional. A mi me interesa trabajar con esa proporción.

Cómo ha sido la experiencia de exponer en la galería Columpio, ahí se expone sólo dibujo…

Por eso me interesó. El dibujo es muy despreciado en este país, en esta ciudad especialmente, entonces Columpio es la única galería de dibujo que existe en España, es una apuesta radical y riesgosa, entonces hice una exposición especialmente para la galería, haciéndome cómplice del riesgo.

¿Este material está hecho hace cuánto tiempo?

Esta recién hecho, me interesaba que tuviera una cosa instantánea de lo que se está haciendo, que fuera fresco. Toda la temática de esta exposición son temas en los que vengo trabajando desde siempre, son relecturas, lo mismo con ligeras variaciones de mirada. Me interesaba mucho en mi trabajo anterior de grabado, que el resultado final fuera clínico, que no se notara la mano, que sólo fuera idea, abstracción, en cambio en esta exposición de dibujos me interesaba todo lo contrario, que por fin se viera la vibración de la mano, que fuera íntimo. Si lo analiza un grafólogo puede descubrir cosas que ni yo mismo sé.

¿Te preparas para una colección, trabajas en torno a un tema?

Absolutamente, la tengo clara en la cabeza antes de hacer nada y la desarrollo con método. Lo primero que me pregunto cuando empiezo con la manipulación de papel, es qué pasa cuando cogemos el tablero de ajedrez y lo plegamos, siguiendo esas líneas que propone, las líneas verticales y horizontales, qué pasa si incorporo las diagonales del alfil, ahí ya todo es posible y empiezo a trabajar con método, me invento reglas. Yo creo que en eso consiste la libertad, que uno se inventa sus propias leyes.

Y ¿cuál es la temática que planteas, qué tratas de poner en tu obra?

El lenguaje. Son discursos, textos. Toda la obra son poemas. Yo trabajé muchos años en publicidad como redactor publicitario y ahí corrompí el lenguaje, prostituí el verbo, podría haber dejado de hacer publicidad y dedicarme a escribir, pero la sensación que tenía en ese momento era que era imposible, por eso elijo y me interesa desarrollar otros lenguajes, textos que se leen, pero que no pasan por la cabeza, entran visceralmente al espectador. Entonces tienen que ver con la poesía, con la métrica.

¿De qué habla el poema?

Pues… habla del ritmo, incluso es autobiográfico, de lo que está pasando, de la percepción del mundo. Lo que pasa es que es muy abstracto. En esta exposición yo hice el ejercicio de poner nombres y surgieron una serie que son muy literarios, que podrían ser micro cuentos, cada obra tiene un nombre que es una lectura paralela, que remite a otras cosas.

Pero tú expones la obra sin el nombre, títulos como: Llamas y llamas, pero no responden…son muy sugerentes

El nombre lo tienes que ir a buscar, si te quieres enterar está en una lista aparte. La lista de nombres es en sí misma una obra, un discurso. Ahora, paralelamente hay otra lista de dibujos que no existen, pero que el solo hecho de nombrarlos ya no necesita que se hagan, son los “no dibujos”, los sin papeles. Me interesa esta idea del sin papeles.

¿Y cuáles son tus influencias?

La literatura. La poesía.

Por ejemplo…

Los poetas chilenos me interesan muchísimo, no voy a nombrar a Neruda porque es mi poeta de la infancia. Juan Luis Martínez, Raúl Zurita, Jorge Teillier, Parra, Huidobro, la Gabriela Mistral y de mis contemporáneos Andrés Fisher, entre otros. Creo que la poesía chilena goza de excelente salud. También mis contemporáneos españoles, Sandra Santana, José Benito del Pliego…

Y eso lo traspasas a la obra gráfica

No sé si lo traspaso…sí, de alguna manera, o se transforma, pero lo que me interesa es la reflexión de la poesía. Me gusta entender mis piezas como poemas, una obra que responde a una métrica, que a veces es absolutamente caótica o arbitraria, pero que tiene una métrica, un orden, un ritmo. Lo otro que me interesa es proponer al espectador un juego, que él termine de completar las líneas, producirle travesura.

Ahora, de mis referentes plásticos, el artista que más me interesa y del que más he aprendido es Velázquez, un pintor reflexivo, mental, era un hombre que tenía muchas ocupaciones, relacionado con el poder, con el estado, cumplía funciones muy claves.

Toda tu obra parece ser una sola cosa.

Es una sola línea y no la voy a soltar además (ríe), porque si la suelto me pierdo, es como el hilo rojo de Ariadna.

Además, en tu trabajo no existe el borrón ¿Qué pasa con el error?

Cuando una línea se va, se descarta el dibujo, así sea en el último trazo y empiezo de nuevo. Ahora, el error es fundamental, es mucho más rico e interesante que el éxito. Se aprende más del error que del éxito.

La obra tiene una suerte de rigor y exactitud que es importante para mí y si por un tropiezo o una desconcentración, generalmente los errores se producen por desconcentración, empiezas a pensar en otra cosa y eso es fatal, cuando la cabeza se va para otro sitio la línea también, eso implica empezar de nuevo por que cualquier intento de recomponer, corregir, aumenta el error, hace que se vea más el borrón.

A la basura…

Sí. Me interesa mucho esto de la basura por que cuando decidí dedicarme a la plástica, dije “bueno, me tengo que formar”, pero no me interesaba apuntarme a una escuela, me interesaba la idea de formarme por mi cuenta, sabiendo que había un riesgo muy grande en eso y es el problema de los autodidactas, que se complacen con lo que hacen. Me impuse destruir todo mi trabajo de formación, al cabo de un año según se cerraba el ciclo, tomaba todas mis cosas y las quemaba para la noche de San Juan, sin el menor temor, porque aquello que valiera la pena iba a volver a salir y la idea era hacer esto hasta que apareciera un lenguaje propio. Seis años duro este proceso y habría seguido si no es que mi padre dice “oye chico ya está bien, ya hay un lenguaje propio, tienes que hacerte cargo de lo que estás haciendo”.

¿Cómo te relacionas con el mercado del arte?

He insistido en estar al margen del mercado. Las esculturas de papel no tienen precio, es arte efímero, los galeristas me dicen “¿esto como lo vendo, cuanto cobro por esto?... es para regalar”, eso me pareció fascinante, porque si no tiene precio esta fuera del mercado y me interesa mucho lo que está fuera de las normas del mercado. No me interesa ser artista para vender, ni hacerme famoso, lo que me interesa es generar un lenguaje y un discurso, hacer una reflexión interior, sobre el mundo, una reflexión espiritual. En mi obra regularmente aparecen unos signos como “y”, que es una línea que se bifurca en dos, es un elemento que me obsesiona porque estás obligado siempre ha decidir, cada vez que escoges estas descartando un montón de cosas que podrían haber sido posibles y siempre cabe la posibilidad de que te equivoques. Por ejemplo, de repente estas trazando una línea y el lápiz topa con un bulto, entonces tienes que tomar una decisión y levantas y es otra línea la que sigue o lo esquivas o quitas presión… implica ahí unas decisiones que son instantáneas y tiene que ver con las dificultades. Me interesa el registro de las dificultades porque así ha sido todo el proceso: empiezo tarde, no tengo formación académica, me dedico a la plástica después de los treinta años, no pertenezco a mi generación…estoy fuera de las normas del mercado.

www.pedronunez.com

lunes, 1 de febrero de 2010

Revista: Nota sobre Guillermo Deisler por Andrés Anwandter 2do levantamiento



2do levantamiento de revista de poesía SE 85 39

Hoy Nota sobre Guillermo Deisler por Andrés Anwandter

Por razones que sería interesante investigar en otro contexto, la vertiente visual de la poesía contemporánea no ha encontrado nunca cauces muy amplios en Chile. Al contrario de lo que pasó en otros países latinoamericanos, como Argentina, Uruguay o –más notablemente– Brasil, donde esta corriente ha prosperado desde los años ’50 hasta nuestros días, en nuestro país sólo se asoma ocasionalmente en las obras de algunos poetas y artistas. Una muestra, seguramente muy incompleta, de estos asomos incluiría ciertas zonas de Purgatorio de Raúl Zurita y La Nueva Novela de Juan Luis Martínez, así como de las obras ‘plásticas’ de Eugenio Dittborn (Pinturas Aeropostales) y Sybil Brintrup (Vaca Mía), sin olvidar las fichas bibliográficas que componen El Archivo de Zonaglo de Gonzalo Millán.

La excepción que confirma la regla en este panorama es la obra de Guillermo Deisler, artista visual nacido en Santiago en 1940. Con una formación académica en artes gráficas, Deisler se dio a conocer en Chile, a finales de los años ’60, por su labor editorial, publicando los libros de algunos escritores jóvenes y muestras de su trabajo como grabador en impresiones artesanales, bajo el sello de Ediciones Mimbre. En tirajes relativamente pequeños, Mimbre alcanzaría a editar cerca de 50 títulos distintos. Por esa misma época, Deisler se interesó en ciertas expresiones poéticas latinoamericanas que se agrupaban, provisionalmente, bajo el nombre genérico de "Nueva Poesía", estableciendo contactos e intercambios con sus autores, en una especie de Arte Correo incipiente. La producción de la Nueva Poesía se canalizaba, sobre todo, a través de revistas más bien marginales, entre las cuales se pueden mencionar: La Pata de Palo en Venezuela, dirigida por el chileno Dámaso Ogaz; Diagonal Cero de Edgardo Antonio Vigo, en la Argentina; Ponto, Processo y Totem en Brasil; Signos en Cuba, dirigida Samuel Feijoo y Los Huevos del Plata y OVUM 10 en Uruguay, a cargo de Clemente Padín.

En dichas publicaciones se presentaban expresiones poéticas que, de una u otra manera, subvertían los códigos de emisión y recepción convencionales de la poesía discursiva. Es así como, dentro de las características más notables de esta Nueva Poesía, se pueden señalar:

· El uso del lenguaje en tanto material, con dimensiones verbales, visuales y sonoras, antes que como forma portadora de significados.

· Una tendencia al abandono de la sintaxis lineal en favor de los efectos del uso razonado de las dimensiones señaladas para la producción de sentido (parataxis).

· La adopción de la constelación de signos como método básico de composición, la cual implica a su vez una modificación de la superficie de inscripción del texto y de la práctica de lectura. La página –el soporte de la escritura en general– pierde su neutralidad y pasa a funcionar como un campo de fuerzas participando activamente en el funcionamiento del texto. Asimismo, la lectura se ve obligada a abandonar la linealidad (de principio a fin) para ensayar diversas trayectorias a través del texto.

· La integración, a veces, de imágenes gráficas y otros códigos no-linguísticos, en los textos.

Esta caracterización de la Poesía Nueva la vincula fuertemente con tendencias poéticas experimentales anteriores del siglo XX, como la Poesía Concreta, el Letrismo francés y las Palabras en Libertad del futurismo italiano, entroncándola además con una rica tradición de poesía visual, cuyos orígenes en el mundo occidental pueden situarse en Grecia alrededor del año 300 A.C. (Simias de Rodas y Teócrito de Siracusa).

La Nueva Poesía alcanzó una mayor repercusión en el escenario latinoamericano a través de dos grandes exposiciones realizadas en La Plata, Argentina (1968) y Montevideo, Uruguay (1969). Ediciones Mimbre editaría, a su vez, el libro GRRR (1969), que reunió la poesía visual de Deisler, y una antología de poesía experimental internacional titulada Poesía Visiva en 1971.

Tras el golpe de estado, Deisler fue detenido y, luego de un año, enviado al exilio, viviendo sucesivamente en Francia y Bulgaria, hasta establecerse finalmente en la ciudad de Halle (República Democrática Alemana) en 1986. Es en Europa donde la poesía visual de Deisler alcanza un estilo propio, ‘internacional’, caracterizado formalmente por la innovación en las técnicas de grabado, y temáticamente por la integración de elementos culturales heterogéneos, junto a una profunda preocupación por el respeto y la comunicación entre los pueblos.

Un ejemplo de estas inquietudes se canalizó en el proyecto UNI/vers(;), magazine internacional de poesía visual y experimental que alcanzó –entre 1987 y 1995– los 30 números. Cada número de UNI/vers(;) incluyó contribuciones originales de 40 artistas diferentes de Asia, Australia, América y Europa, reunidas en una carpeta artesanal. Deisler también se hizo cargo –en conjunto con el poeta Jörg Kowalski– de editar wortBILD, una extensa antología de poesía visual de la República Democrática Alemana.

Las obras de Deisler se constituyen como superficies donde una pluralidad de signos de los más diversos códigos y formatos entran en tensión e interactúan complejamente. En los trabajos que se presentan a continuación, Deisler adopta como técnica base una variante del collage bautizada como chiasmage por el poeta checo Jiri Kolar a mediados de los años ‘50. La técnica consiste en disponer, por toda la página, millares de pedazos de texto -usualmente de diarios- cubriéndola con un hormigueo verbal más o menos condensado. El texto parece entonces disolverse en pura textura asignificante y produce primariamente un efecto de movimiento: mezclas, destrucciones y disoluciones de los signos entre sí. De manera secundaria, hay efectos semánticos que se producen entre las partículas de texto legibles y por el uso de diversas tipografías, que remiten al mundo de la política y los medios de comunicación de masas.

Deisler falleció en noviembre de 1995 en la ciudad de Halle ex República Democrática Alemana.

· Versales Destruidas (Zerstörte Versalien)


· Paisaje Delicuescente (Zerschmelzende Landschaft)


Referencia Bibliográfica:

Guillermo Deisler y Jörg Kowalski: wortBILD. Visuelle Poesie in de DDR, Mitteldeutscher Verlag, Halle – Leipzig, 1990.