Si sigues manteniendo el equilibrio
así al borde del abismo suficiente,
adquieres una gran destreza:
te empujen del lado que te empujen,
siempre recuperas el equilibrio.
Henry Miller
ADIESTRAMIENTO
todas las ciudades
son iguales
si haces el mismo ejercicio
buscar una cama
encontrar alguien
en esa cama
construir una ciudad
dentro de otra ciudad
sin puertas
sin ventanas
sin salidas
dejar pasar el tiempo
con los ojos cerrados
como si todo
fuera familiar
como si los golpes
y los amigos muertos
no estuvieran
en frías bodegas
como fichas clínicas
todas las ciudades
son iguales
todas las ciudades
se provocan
en el mismo ejercicio
todas las ciudades
se queman
al cruzar la frontera
MALEZA
busco un lugar
dónde morir,
como un elefante ciego
perdido entre la maleza
que arrastra tras los años,
como los lentos suicidios
de una pieza de música
POSTAL DE VIAJE
mi corazón
es una radiografía sin pulso
en la asistencia de socorro
mi corazón
tiene setenta años
y ya no puede ser
una niña suicida
demolida en el papel
ALUMBRADO PÚBLICO
no te quiero muerta
no te quiero
tirada en la calle
con la ropa interior
en las rodillas
las medias rotas
alrededor de tu cuello
amarradas
a un alumbrado público
no te quiero muerta
no te quiero
con la boca llena de agua
los perros
rasgándote los ojos
en un canal
hasta que tu cuerpo desaparezca
por tiras
entre los bares
de esta ciudad
no te quiero muerta
no te quiero
golpeada
con la mandíbula rota
desfigurándote el rostro
CERTEZA
la seguridad
se resume ahora
en cerrar la puerta con llave
y cerrojo
mantener las luces encendidas de la casa
teniendo la confianza
de que nadie llamará
esta noche
porque ya no importa
no existe ese dolor
todo se resume
a mirar por la ventana
y observar a los vecinos
sacar la maleza del jardín
a los niños jugar en el pasaje
esperando el turno para usar la bicicleta
a tomar un libro de botánica
y plantar semillas de albahaca
en el huerto
hecho sobre tubos de plástico
dejaron de importar
muchas cosas
porque cuando no se tuvo nada que perder
sólo queda la costumbre
de mirar mas allá de la supervivencia
con ojos profundos
como si algo mejor fuera a llegar
puedo ver la destrucción
con la ternura
de los ojos de un novillo
en el minuto
en que es degollado en un matadero
a pesar
de que aún
no puedo dormir
sin despertar sobresaltada
sin revisar la llave del gas
los pasadores de las ventanas
escribir nosotros
pensando en singular
tengo la memoria rota
que es lo único
que obtuve
de ese desierto
en cambio,
mi corazón
se quedó en ese profundo silencio
congelado en las pensiones
perdido en el tiempo
sin posibilidad de rescate
como una cadena
de la que no se puede tirar
(Ed. La calabaza del diablo, 2009)
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